El empleo de las tecnologías de la información y la comunicación apertura caminos hacia la obtención de mayor tipo de información y por ende de aprendizajes efectivos tomando en cuenta las necesidades y contexto donde se desenvuelve cada estudiante, persona, docente.
En este orden de ideas, no hay que olvidar que los medios tecnológicos son justamente eso: medios, que por sí mismos no pueden transformar la educación y que pueden emplearse bien o mal según la orientación que le demos.
Las tecnologías nos enfrentan como docentes a una serie de nuevas competencias, lo que implica cambios en la organización de la planificación educativa, cambios en los programas, y sobre todo, en la redefinición de los procesos de enseñanza aprendizaje.
Sin embargo, es necesario desarrollar instrumentos de evaluación que nos permitan determinar la efectividad del uso de las tecnologías de la información y la comunicación en estos procesos. Estos instrumentos deben de ser de diversa naturaleza y desde diferentes puntos de vista, por ejemplo, la evaluación en contexto.
Para finalizar, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, tiene un gran potencial para mejorar el rendimiento de los estudiantes y el desempeño de los docentes, pero sólo si se utiliza adecuadamente, sobre todo por las experiencias virtuales que de otra forma no son posibles; y por la oportunidad para los estudiantes de examinar una variedad de puntos vista de tal forma que puedan construir su propio conocimiento sobre varios conceptos. Dixa González (2010)